El manifestar afecto de manera indistinta a los miembros de la comunidad educativa.

El brindar instancias de diálogos en un clima de respeto mutuo.

La sana convivencia entre grupos de diferentes edades.

Los profesionales de la comunidad educativa, en conjunto con las familias han definido una serie de situaciones riesgosas para los niños y niñas, entre ellas algunas que podrían generar problemas de comportamiento. Para abordarlas establecieron algunos lineamientos que fueron compartidos con el grupo.

En una reunión con los niños y niñas, se les pidió que establecieran un listado con aquellas situaciones que no eran de su agrado, para ser presentadas a las familias.

Un grupo de niños y niñas realizan una actividad en la que dialogan sobre los acuerdos que les permitirán tener un aula más armoniosa, para luego ser discutidos con otros miembros de la comunidad.

La creación de un ambiente de bienestar y emocionalmente seguro, garantiza un espacio de aprendizaje que responde a los requerimientos de los niños y las niñas.

La sola implementación de un ambiente respetuoso entre pares, es garantía de la obtención de los aprendizajes.

El facilitar únicamente una escucha activa por parte de los adultos crea ambientes favorables para el aprendizaje.

Al momento de la implementación curricular mientras se desarrolla una actividad pedagógica, el equipo de aula dialoga de manera respetuosa sobre una diferencia de opinión que tienen como adultos y en la cual no han logrado llegar a consenso, sin embargo la conversación se mantiene en un tono calmo.

Los niños y las niñas observan un conflicto entre una familia y el equipo pedagógico, la madre de uno de los niños ha alzado la voz, la profesional considera que debe mostrar a los niños que eso es una falta de respeto, por lo que le pide que se retire del aula.

En una discusión en la que participa el equipo de aula sobre cómo realizar un proceso evaluativo, los niños y las niñas evidencian el diálogo entre profesionales, el cual al no llegar a acuerdo una de las profesionales cede ante las demandas que se le hacen, sin solicitar mayores argumentos.

El trabajo a nivel familiar resulta fundamental para brindar la consistencia que implica la implementación de la Disciplina Positiva en el aula.

Los postulados de la Disciplina Positiva deben ser concebidos desde su origen como elemento constitutivo de todo el proceso de construcción curricular, siendo transversales a todas las dinámicas educativas.

Se debe establecer una priorización curricular de modo tal de abordar los lineamientos de la Disciplina Positiva de manera progresiva en cada uno de los componentes curriculares.

Favorecer la instalación de creencias erróneas sobre el origen de los comportamientos.

La Disciplina Positiva no es parte del abordaje curricular, se presenta como una estrategia que se aborda únicamente cuando existe una problemática en particular.

Establecer una desconexión entre la implementación curricular y los lineamientos de la Disciplina Positiva, no incorporándola de manera transversal con una mirada preventiva.

Necesidad de conectarse, de solicitar atención y emocionales.

Necesidad de captar la atención, de escapar, de pertenencia.

Necesidad de conexión, de sentirse útiles, de pertenencia.

OPORTUNIDAD - CREENCIAS - TRANSPARENCIA - INSUFICIENCIA

ATENCIÓN - PODER - REVANCHA - INSUFICIENCIA

ATENCIÓN - ÁNIMO - PERTENENCIA - EMOCIONES

Se debe cuidar el uso de afirmaciones por parte de los equipos de aula para resguardar el clima afectivo.

Los niños y las niñas en etapas tempranas no logran comprender en detalle lo que se les señala, por lo que finalmente responde a exigencias que están fuera de su alcance.

Es importante cuidar el lenguaje que se les ofrece pues es posible que lo repliquen con otros.