Siempre hay que tener miedo a equivocarse, no se puede fallar y menos con el proyecto de vida.

El construir un proyecto de vida es tener esperanza en el futuro, es reconocer el presente y también es mirar el pasado.

Los y las docentes no acompañamos en la construcción del proyecto de vida, esa es tarea solo de la familia.

Al hablar con adolescentes hay que cuidar lo que se dice y no hablarles con la verdad, para que no tomen decisiones apresuradas.

Conocerse a sí mismo puede ser un gran riesgo para construir el proyecto de vida, es mejor experimentar en el camino.

 La familia es un referente importante para la construcción del proyecto de vida.

La flexibilidad es mala cuando se arma un proyecto de vida, no se puede cambiar de opción cuando ya se ha elegido una.

Las mejores formas para llegar a los más pequeños/as es a través del juego, de acciones concretas y trabajo con material de la misma manera concreto.

¿Hablar del proyecto de vida es una tarea que inicia desde el nivel preparatorio?

Para la vida de nuestros estudiantes es importante estimular a vivir unificado, lo cual implica que se pueda hacer, decir y sentir lo que se piensa.